CAPÍTULO 14
QUIERO MATAR
A ALFREDO
Manolo hablaba sobre
la diabetes y los cambios en nuestra vida, juro que intenté poner los cinco
sentidos en cada una de sus palabras, pero una vez más me despistaba con
pensamientos que iban y venían sin motivo alguno, pensamientos e ideas que no
podía apartar de mi mente.
_Creo que a las personas con diabetes acaban amputándole
extremidades_ solté por esta boquita que seguro Dios se ha arrepentido alguna
vez de haberme dado.
Alfredo torció la mandíbula y soltó un sonido gutural que no
me gustó nada, creo que se estaba cansando. De mí.
_Estoy intentando ser comprensivo, pero nos están preparando
para aprender sobre este mundo, nos dicen que hay solución para controlarlo,
sí, evidentemente es una putada, una gran putada, pero deja de decir
estupideces y atiende, ¿crees que yo no estoy nervioso? ¿crees que no me
duele?.-
_Pues parece que no, estás ahí con la boca abierta,
escuchando a Manolo y casi sonriendo, y no debes hacerlo, me pones atacada.-
_Mira gorda, (ahora le reventaba la cara) tienes los ojos
como dos bolas de billar, la cara hinchada, y Carlota nos está avisando,
tenemos que espabilar y atender bien, dejarnos de lamentaciones, y tirar para
adelante. Si no quieres escuchar lárgate, ya vendrás cuando puedas.
_Imbécil
_Tremendista
_Insensible
Manolo nos interrumpió.
_A ver, es normal, todo esto es normal. Estáis nerviosos y
tensos. Pero mujer, escucha a Alfredo, tiene razón. Debes tomártelo con más
calma. No vamos a amputar nada a nadie. Todo se va a controlar. Lo váis a hacer
genial.
Definitivamente, Manolo es gay. ¡Anda y que se vaya con
Alfredo a aprender de nutrición a un Congreso de esos donde parece que uno va a
ver que pesca más que a aprender! Seguro que se lo pasan teta….pero…
Hay que serenarse, esta pelea fue el principio de unas
cuantas hasta que llegamos al estado actual donde nos encontramos, donde
decidimos juntos los ajustes de insulina, donde racionamos la comida
convenientemente, leemos todo lo que cae en nuestras manos, vemos videos
informativos, pinchamos a Carlota confiando en que el otro lo va a hacer bien,
y sobre todo NOS RESPETAMOS. Es incierto decir que no seguimos teniendo
nuestros más y nuestros menos. Probablemente pensemos que nuestro Amor ya está
fracturado, o dividido, es nuestra pequeña la que necesita de toda nuestra
energía, pero no nos equivoquemos, ella necesita de los dos. Y por un tiempo
pensé que conmigo bastaba. De hecho, hoy día, después de medio año de su debut,
en ocasiones, lo sigo pensando, Madre no hay más que una, y a ti, te encontré
en la calle.
_Te quiero Alfredo. No
hay nadie como tú. Volveré a ser la de antes, lo más rápido posible. Dame
tiempo.
_Hasta la eternidad. Ahora, escuchemos al médico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario