CAPÍTULO 18
¿ESTE MÓVIL DE QUIÉN ES?
Carlota y yo estábamos entretenidísimas jugando a las cartas,
uno de esos juegos que ella inventa para ganar, pues en la mayoría de los casos
no me entero de nada.
Alfredo ya había ido a recoger a sus hermanas, y se quedaba
en casa con ellas. Necesitaban que estuviéramos alguno de los dos. Supongo que
no lo estaban pasando nada bien.
Manolo pensó que sería buena idea que nos pasaran a una
habitación, la UCI era demasiado, todo estaba controlado y los niveles de azúcar
se encontraban desde las 17:00 h en valores normales. Todo un lujo.
A las 18:30 ya estábamos super instaladas en nuestra nueva
Suite ;)
_Alaaaaaaaa………. mamá, tengo tele y todo, y ese sofá es tu
cama_ Qué guay no?
_Mira niña, yo te voy comer entera, entera entera…_
_Claro mami, como ahora soy un terrón_jejejeje
En ese momento llamaron a la puerta. Apareció una señora como alma que se la lleva el diablo. Delgadíiiiiiiiiiiiiiiiiiiiisima, pero no
como la pivonazo de Susanita tiene un ratón, delgada como un tallarín (que se mueve por aquí, que se mueve por allá) con un móvil en la mano. El mío.-
_A ver señora, ¿es este su móvil?. Nos hemos pasado parte de
la noche escuchando cada cinco segundos el himno del Málaga en Urgencias, no ha
parado y como está protegido no ha habido manera de apagarlo. Ha estado así
hasta terminar la batería. Y encima soy del Sevilla!!!
_Pues mire usted, sí, es mío, y me alegro de que suene el
mejor himno del mundo en el hospital_
_Pues muy bien. Lo llego a saber y no se lo traigo, mira
que….. encima de chula…
Ays madre, ¿me estaba pasando? Necesitaba gritarle a alguien,
enfadarme, soltar un poquito de estrés, y
qué mejor forma que con una andaluza de Sevilla. A pesar de que la pobre
me había buscado para devolverme el móvil. De todos es sabido la rivalidad
(absurda) entre Sevilla y Málaga, pero a mí, como a mis amigos “mi armas” les
va el rollo. Aunque la canija, en cuestión, no era mi amiga, y podía no
entenderme, así que decidí suavizar el asunto.
_Muchísimas gracias por traérmelo. Siento muchísimo que le
haya molestado el sonido.
_Así está mejor. Venga. Ahí os quedáis_ y se dio la vuelta.
_Viva Málaga_ dije para que pudiera oírme…
Portazo al canto. ¡Qué me gusta……! Jjajaja. Alfredo es de
Sevilla, os podéis imaginar. Le quiero tanto...los polos opuestos es lo que tienen...
Carlota y yo volvimos a lo nuestro, se acercaba la cena, y
esta vez, sería yo la que le mediría el azúcar, llevaba dándole vueltas toda la
tarde, y sí, estaba dispuesta.
A la media hora llegó la nueva enfermera, es extraño, la conocíamos de casi nada, pero eché de menos a Bea. Se acercó, agarró el pinchador y tal cual me lancé sobre él. Me temblaba todo, quise disimular....pero sostuve su dedito...froté y froté, acumule la sangre y le pinché. Vi salir esa gotita azucarada y le sonreí con el amor más grande que pude entregar en ese instante.
Va por ti, cariño mío.
Anda, se puede vivir sin móvil, ni me acordaba….mi arma….
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