miércoles, 24 de septiembre de 2014

Capítulo 21


CAPÍTULO 21

Mamá pone la inyección. Fin de la temporada.

 

Sí, sí, no me miréis así. Esto va por temporadas, como las series de la tele si funcionan. Y tengo la enorme satisfacción de decir que gracias a vosotros, Chiqui Sweet ha logrado 9845 lecturas, y si sumamos este capítulo llegaremos a los 10000. Pensábamos que esta cifra no se alcanzaría hasta pasados unos meses, pero la sorpresa ha sido mayúscula y siempre siempre, os estaré enormemente agradecida.

Son numerosos los comentarios que me animan a seguir escribiendo. Desde México he hecho dos amigas diabéticas ;) e incluso por ahí se vislumbra la posibilidad de un libro, pero todo se verá. A seguir defendiendo que se puede vivir con Diabetes, que el objetivo es conocerla cada día mejor, y el de demostrar a nuestros pequeños que estaremos con ellos hoy y siempre.

Carlota miraba para otro lado, no quería ver “sufrir” a su mamá, lo intuí por el brillo extraño en sus ojos.  Tenía la típica carilla que ponen los niños cuando se entristecen por algo. Pero sin embargo susurraba que lo iba a hacer bien. Dar antibiótico a tu hija durante una semana  es un poco coñacillo, y si se nos olvidaba una dosis, como mucho esperabas a la siguiente un pelín cabreada.  Tomar una pastilla al día para algo en concreto es un poco fastidioso, cuántas veces hemos oído a nuestro alrededor ¡tengo que tomar 2,3,4,5,6, pastillas al día! En ocasiones lo oyes como algo meritorio en lugar de ser una auténtica putada…… pero, poner una inyección sabiendo que esa operación la tienes que repetir cinco veces al día, durante toda una vida, sencillamente es de locos…. Ese pensamiento tenía que desaparecer por obligación de mi mente. Aunque hoy, después de casi 10 meses de su debut, hace que se me llenen los ojos de lágrimas constantemente.

La  jeringa se encontraba  en la bandeja plateada, me miraba, apuntaba hacia mí, pero un momento, ¡¡NO!! No podía achantarme con esto, tenía que mostrar seguridad, y así lo hice.

_Carlota, ven para acá. ¿Dónde te toca? _

_Mamá, ¿esto es el desayuno?

_Si_

_A ver, a ver….desayuno, almuerzo, merienda, cena_ una vez más nos hizo el baile carlotero que deja atrás a todos los artistas del mundo_ Mamá, toca aquí_ Dijo señalando su bracito derecho.

 

Poner aguja, aprendizaje número uno. Fácil, si no te tiembla hasta la campanilla, agujas de 5 milímetros. Son pequeñas, pero puñeteras, como yo. Dos, marcar una unidad para purgarla, nos comentaron que alguna vez algunas partidas vienen defectuosas por lo que la insulina no sale. Así que a purgar. Una vez comprobamos que la insulina sale por la aguja, instintivamente la huelo sobre mi mano. Marcamos la cantidad de insulina que debemos ponerle. En el desayuno era una unidad. Marcado el uno.

Miro el brazo, miro la aguja, miro el brazo, miro la aguja… y no salgo de ahí hasta que…

_Mamá, ¿ya?_ ¡tengo hambre!, y no puedo comer hasta que me la pongas

_Voy cariño, es que estoy un poco nerviosa.

_Tranquila mamá, yo no miro si quieres.

Por unos segundos creí desmayarme, otra vez esa horrible pesadilla, otra vez ¡esto no puede estar pasando!, esto es injusto, es tan pequeñita…. Diabetes maldita, eterna compañera. ¡Pero no! Inspiré hondo, agarré su trocito de piel en un pellizco y lo hice. Introduje la aguja lo más suave que permitían mis manos de plastilina y apreté la ruedecilla para asegurar que entraba la insulina, conté hasta diez y la saqué en dos pasos. Listo.

_Mamá, ¿qué tal?_ ella me lo preguntaba a mí, es increíble

_No se….¿bien?_ ¿Notaría mi voz rota?

_A mi casi no me ha dolido. Te pongo un muy bien.

 

Aún me arrepiento de no haberla abrazado en ese momento, pero sonreí y hablé sobre algo sin sentido mientras me dirigía al cuarto de baño. Bea se quedó con ella. Y lloré por lo menos hasta que entraba Manolo con la autorización de traslado al Materno. Pero ese, es otro cantar.

 

Continuará…………………… Enero 2015. Chiqui Sweet llega a casa.

 

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Capítulo 20


CAPÍTULO 20

LA SUEGRA

 

Resulta curioso, nunca el ser humano llegará a averiguar hasta donde puede aprender. Y es una lástima, estoy convencida de que todo iría mucho mejor, si aprendiéramos a superarnos, a luchar y a no rendirnos, pocos corruptos nos gobernarían, simplemente porque sabríamos más que ellos, y nunca se deja a un tonto al frente del pelotón, sino detrás, en la última fila….bueno, que me pierdo, y hoy no tengo las neuronas muy activas. Pero como cada Jueves, aquí estamos. Aunque va quedando poco para el final de la primera temporada Chiqui  Sweet, que vaticino, coincidirá con la llegada a los 10000 lectores….. Siempre siempre, gracias.

Carlota recibía obedientemente instrucciones de enfermeras referente a la comida que debía tomar, de hecho, hasta ahora era su único cometido como niña autónoma.  Lo demás, lo hacíamos nosotros, Alfredo y yo.

Supe que mi marido era ducho en la materia, parecía que había medido el azúcar toda la vida a la peque. A ver,  un momento, Alfredo, toda la vida, ojo, su madre,   ¡¡¡mi suegra!!!

Isabel , la madre de Alfredo, tiene diabetes, lo sé por la de sustos que nos hemos llevado, si no, casi que no me hubiera dado cuenta,  ya que  siempre lo he vivido en un segundo o tercer plano. Entre la distancia, su carácter  y que no hemos tenido residencia junto a ella, me había despistado.  Es más, vino a mi mente todo de golpe, como en las pelis…..pfffffff plaf, imágenes sucesivas una tras otra. Escenas como cuando llamamos al 112 porque está semiinconsciente, o cuando la bronqueamos porque se corrió una juerga importante y olvidó poner su insulina. O los problemillas de circulación, los despistes de alimentación, la delgadez…. Pero…. Ella es única, diferente, y por eso la queremos tanto.

Ella es única, lo reitero, no conozco a un personaje igual. Inocente como bambi, pero lanza flechas a lo Robin Hood. Ingenua como la bella y marchosa como la sirenita… alobá* como el compañero del capitán Garfio  (ays, ¿desde cuando solo puedo hacer comparaciones con personajes de cuentos? Manual de ser madre, apuntaré esto. ) y sin embargo odia el mundo Disney y todas las parafernalias que a los demás nos suelen gustar, más o menos. Va contracorriente, y eso es guay, aunque en ocasiones desespera.

En la final del mundial de España ella estuvo leyendo un libro de literatura clásica, o cuando todos alguna vez en nuestras vidas visitamos el Corte Inglés buscando algo que no encontramos en otro sitio, ella bota de alegría cuando no encuentra en esos almacenes lo que busca. No le gusta ir allí, le enloquece. Siempre nos dice: “No todo se encuentra en los almacenes esos odiosos ( Tampoco creo que haya cambiado de idea después de la repentina muerte del creador, pero tomándose una cervecilla mientras lo medita, quizás……. ) O como  los Reyes Magos, simplemente se olvida. Puedes escucharla hablar de poetas españoles y de filósofos griegos o aquellos que no lo son, y no sabe quien es Mila Ximénez, Shakira o Malú…………. Su palabra estrella: ESTUPENDO

.Visita una casa en ruinas: Ohhh… estupendo!

.Come unos pimientos rellenos de hace cuatro días: Ohhh…estupendo!

.Conoce a una capulla que a todos nos cae mal: Ohhh….estupendo!

.Acude a un país sin agua potable: Ohhhh….estupendo!

Por eso todos la quieren, por eso tanto te quiero.

Eso sí, querida suegra, si antes la diabetes era cosa tuya, porque tú así lo elegiste, ahora por fortuna o por desgracia no lo es. Y  sabemos todo lo que haces bien, y todo lo que se puede mejorar. De ti depende, eres adulta. Y queremos que lo sigas siendo muchos años más.-

Alfredo, papá, ¿Quién devuelve las cabras a quién? 

 
*Alobá: Más despistada que una concha fina (por cierto también malagueña) en una pastelería.

domingo, 7 de septiembre de 2014

Capítulo 19


CAPÍTULO 19

COMPLETAMENTE INSTALADAS

 

Muchos de vosotros en los comentarios tan entrañables que escribís hacéis preguntas de ¿cómo acaba? ¿tiene final feliz? ¿Carlota protesta ahora?...etc…etc…

Con estas cuestiones me he dado cuenta de que voy demasiado lenta en los capítulos, ¿es así? ¿O son suposiciones mías? …. A ver, recapitulemos, acabamos en el capítulo 18 con mi primera y majestuosa ;) intervención frente al pinchacito en el dedo, es decir, 18 capitulazos y no han pasado ni 24 horas desde que Carlota ingresó con el inesperado diagnóstico. Conclusión, sí, mi culpa, tenéis razón, lo admito, voy lenta, así que……………………

Carlota se casó con un chico estupendo en el 2027, comieron mucho chocolate y vivieron felices para siempre……jejejeje….que no…. continuemos, pero a pasos más agigantados.

Habían pasado varios días con nuestros más y menos en el hospital, el médico que se turnaba con Manolo se llamaba Iván, y nada que ver con el buenorro del doctorcito, Iván era, Iván era…pues eso… es…. a ver…. Simpático, muy muy simpático ;) Quiero un hueco en el cielo eh? A ver si por este ataque de sinceridad me van a castigar.

Todos en el centro estaban sorprendidos. Ni un llanto, ni una lamentación, nada. Sólo sonrisas y más sonrisas. Los familiares habían traído a Lolo el Quiosquero en persona para descargar paquetes de cromos de Peppa Pig, el pobre tenía un interés horrible en conocer a la niña que le hacía aumentar las ventas considerablemente. Debía ser especial, y como nos dijo después, lo era.

_Hola Carlota, no me conoces, pero soy el que te trae las estampas de Peppa al Quiosco.

_¿Siiiiiiiiiii? ¿De verdad?

La niña, que no se corta un pelo, (no sé a quién habrá salido), se levantó de la cama y le abrazó. Chapó. Quiosquero ganado para los restos. Incluso alguna mañana que otra entraba con sus cromos ya abiertos entregándole los no repetidos. En nuestra estancia hospitalaria conseguimos completar dos álbumes, ni más ni menos, y nos sobraron “una pila”* de repetidos, como bien auguró nuestro amigo.

Las mañanas transcurrían con idas y venidas de médicos, enfermeras, familiares y amigos. Visitas que se agradecían un montón, pero siento decir que no las disfrutábamos como quisiéramos. Te sentías con la obligación de explicar y de hablar sobre algo que al fin y al cabo era también nuevo para nosotros. Oíamos de todo. Pero la inmensa mayoría eran palabras de aliento que aunque en esos momentos servían de poco, a largo plazo se han notado mucho, se han agradecido y valorado.

Carlota ya sabía el número de inyecciones al día, cinco en total. Una en cada brazo, lo mismo en cada pierna y otra en el culete. Para ello, aprendió un baile bastante divertido, lo cual nos mostró una vez más que es una niña fuerte y valiente. A movimiento de rap tararea:

_ Mamá, papá, mirad para que no se me olvide, ¡desayuno, almuerzo, merienda y cena! ¡desayuno, almuerzo, merienda y cena! _ nos bailaba señalando las partes de su cuerpecito.

_¡Muy bien!_ decíamos nosotros con nudos en la garganta.

_Y después de la inyección se come. Me ha dicho Bea que no puedo esperar nada, que lo que haya en el plato tiene que acabarse. Y que cuando me pincha no me puedo levantar a jugar, porque se me baja el azúcar. ¿Ves mamá? Unas suuuube, otras baaaaaaaaaja…como el Tokaido* del “Tívoli”*, aunque ese está roto, mejor es la nube de niños ¿verdad papá? Y no me subí en el de terror porque me da miedo, pero a la hermana Tana no le daba…………….

Me sentí morir, ese día, el cuarto o el quinto desde que estábamos allí me sentí morir. Es absurdo negarlo. Fue así. Lloré amargamente en el baño, cuando Carlota dormía y se habían ido las visitas de las que os hablaba antes. Quizás, no, quizás no, seguro, cuando pasen los años, ella nunca recordará que fue una niña sana. Siempre insulina antes de comer, siempre medirse, enferma crónica. No recordará su vida sin diabetes. Ese pensamiento me tuvo unos días trastornada, Carlota, enferma crónica, mi pequeña niña.  Ese día, el cual cuando recuerdo se me vuelve a erizar la piel, no fue el mejor de todos.

Pero…………llegaron otros, y con ellos, mi primera inyección.
 


*Una pila: Un montón
*Tívoli: Parque atracciones de Málaga inaugurado hace "una pila" de años.
*Tokaido: Atracción del Tívoli que si la pillas arreglada estás de suerte ;)
 

miércoles, 3 de septiembre de 2014

CAPÍTULO 18


CAPÍTULO 18

¿ESTE  MÓVIL DE QUIÉN ES?

 

Carlota y yo estábamos entretenidísimas jugando a las cartas, uno de esos juegos que ella inventa para ganar, pues en la mayoría de los casos no me entero de nada.

Alfredo ya había ido a recoger a sus hermanas, y se quedaba en casa con ellas. Necesitaban que estuviéramos alguno de los dos. Supongo que no lo estaban pasando nada bien.

Manolo pensó que sería buena idea que nos pasaran a una habitación, la UCI era demasiado, todo estaba controlado y los niveles de azúcar se encontraban desde las 17:00 h en valores normales. Todo un lujo.

A las 18:30 ya estábamos super instaladas en nuestra nueva Suite ;)

_Alaaaaaaaa………. mamá, tengo tele y todo, y ese sofá es tu cama_ Qué guay no?

_Mira niña, yo te voy comer entera, entera entera…_

_Claro mami, como ahora soy un terrón_jejejeje

En ese momento llamaron a la puerta. Apareció una señora como alma que se la lleva el diablo. Delgadíiiiiiiiiiiiiiiiiiiiisima, pero no como la pivonazo de Susanita tiene un ratón, delgada como un tallarín (que  se mueve por aquí, que se mueve por allá) con un móvil en la mano. El mío.-

_A ver señora, ¿es este su móvil?. Nos hemos pasado parte de la noche escuchando cada cinco segundos el himno del Málaga en Urgencias, no ha parado y como está protegido no ha habido manera de apagarlo. Ha estado así hasta terminar la batería. Y encima soy del Sevilla!!!

_Pues mire usted, sí, es mío, y me alegro de que suene el mejor himno del mundo en el hospital_

 

_Pues muy bien. Lo llego a saber y no se lo traigo, mira que….. encima de chula…

Ays madre, ¿me estaba pasando? Necesitaba gritarle a alguien, enfadarme, soltar un poquito de estrés, y  qué mejor forma que con una andaluza de Sevilla. A pesar de que la pobre me había buscado para devolverme el móvil. De todos es sabido la rivalidad (absurda) entre Sevilla y Málaga, pero a mí, como a mis amigos “mi armas” les va el rollo. Aunque la canija, en cuestión, no era mi amiga, y podía no entenderme, así que decidí suavizar el asunto.

_Muchísimas gracias por traérmelo. Siento muchísimo que le haya molestado el sonido.

_Así está mejor. Venga. Ahí os quedáis_ y se dio la vuelta.

_Viva Málaga_ dije para que pudiera oírme…

Portazo al canto. ¡Qué me gusta……! Jjajaja. Alfredo es de Sevilla, os podéis imaginar. Le quiero tanto...los polos opuestos es lo que tienen...

Carlota y yo volvimos a lo nuestro, se acercaba la cena, y esta vez, sería yo la que le mediría el azúcar, llevaba dándole vueltas toda la tarde, y sí, estaba dispuesta.
A la media hora llegó la nueva enfermera, es extraño, la conocíamos de casi nada, pero eché de menos a Bea. Se acercó, agarró el pinchador y tal cual me lancé sobre él. Me temblaba todo, quise disimular....pero sostuve su dedito...froté y froté, acumule la sangre y le pinché. Vi salir esa gotita azucarada y le sonreí con el amor más grande que pude entregar en ese instante.

Va por ti, cariño mío.

Anda, se puede vivir sin móvil, ni me acordaba….mi arma….